La pelvis es una cavidad que está en la parte inferior del tronco, formada por los huesos iliacos, el sacro y el coxis. Además de albergar a órganos internos, en la pelvis se articulan las extremidades inferiores, a través de la articulación coxofemoral, siendo la unión del tronco con las piernas.Una de las consecuencias que se dan desde la vértebra C1 desalineada es que haya una rotación de la pelvis, esto es, si miramos al cuerpo en un plano sagital (de lado), el comportamiento de los iliacos es diferente, encontrando a un iliaco que va hacia delante y en compensación al otro que va hacia atrás. Esto es lo que se conoce como iliaco en rotación anterior o posterior. El iliaco anterior produce que la pierna que se articula en ese iliaco quede descolgada, produciendo una falsa pierna más larga. El mayor error que se da en estos casos, es poner un alza en la pierna más corta para compensar esa desigualdad.
- Sin embargo, y apoyado en lo que hemos visto anteriormente, cuando se hace una teleradiografía de miembros inferiores para medir la longitud de las piernas, se observa que miden los mismo. Entonces, ¿por qué poner un alza? Tiene más sentido ir al origen, alinear el Atlas para que no haya una rotación de la pelvis y que no quede descolgada la pierna. La desigualdad real, que una pierna sea anatómica más grande que la otra, sólo se da entre un 2 y un 3% de las ocasiones. En el resto, es una asimetría de origen mecánico.
- El mal reparto de pesos sobre las extremidades inferiores, hace que una sufra más que la otra. Así, es muy frecuente que aparezcan dolores en una cadera, en una rodilla o en el pie de una pierna. Si se prolonga en el tiempo, al hacer más presión en un determinado ángulo de una pierna, se pueden llegar a provocar procesos degenerativos como la artrosis sobre la cadera o la rodilla. Es muy frecuente que las personas que se han alineado la vértebra C1 manifiesten que les han desparecido los dolores de cadera o rodilla. Esto se produce porque la distribución de pesos pasa a ser equilibrada.
Hay una relación anatómica entre el Atlas y el occipital con el sacro y los iliacos. Se produce por las cadenas miofasciales y por la duramadre. El origen de la duramadre espinal está en el agujero occipital y en contacto con el ligamento longitudinal posterior, además de adherirse al Atlas. Su inserción está en las primeras vértebras del sacro. Así, si el Atlas está desalineado, va a provocar que el sacro responda de manera directa a esta desalineación. Es decir, el sacro sigue al Atlas. Esto se traduce en que si el Atlas está lateralizado o rotado, el sacro va a estar igualmente fuera de su posición original. Al estar el sacro en medio de los iliacos, si está inclinado, va a hacer que los iliacos no estén simétricos. Por este fenómeno, es habitual encontrar una inclinación o una rotación de la pelvis.
Otro de los fenómenos que se dan cuando hay un Atlas desalineado, es que el peso de la cabeza y del cuerpo no está repartido por igual sobre la pelvis y las piernas. Es muy frecuente encontrar como hay una desigualdad que llega a ser a veces de un 60-40, en vez de un 50% del peso corporal soportado por cada pierna.
En estos casos en los que se encuentran estas asimetrías, se suelen hacer manipulaciones osteopáticas o de fisioterapia para corregir los iliacos. Sin embargo, con el tiempo vuelve a aparecer la inclinación-rotación de la pelvis, porque al estar la vértebra C1 desalineada, se van a dar las condiciones desfavorables para que vuelvan a aparecer.
Muchas personas que padecen de problemas de cadera, rodillas, le han puesto o le quieren poner un alza en una pierna, etc. Si es su caso, y no se conforma sólo con combatir un síntoma, sino que quiere ir al origen de ese problema, no dude en consultarnos.
Desde la alineación del Atlas, puede obtener una base de equilibrio para que su cuerpo no se manifieste con síntomas.