Para comprender la relación del Atlas con el sistema circulatorio hay que centrarse en dos apartados, la circulación cerebral y la circulación de todo el organismo.
El volumen de sangre que pasa por el cerebro es de más o menos unos 750 ml por minuto.
Lo que viene a representar entre un 15 y un 20% del flujo de todo el cuerpo. Para darse cuenta de la importancia del cerebro, hay que poner en contexto que es un órgano que solo tiene un 2% del peso total y que recibe casi un 20% de la sangre, es decir, 10 veces más de lo que le correspondería por su peso.
Buena parte de la circulación cerebral dependen de la arteria vertebral, la arteria carótida interna y de la vena yugular. Estas estructuras están íntimamente ligadas al Atlas, pues pasan por dentro o junto al mismo.
Es en la zona de la articulación del occipital con el Atlas donde se forma un cuello de botella o embudo.
Si el Atlas está desalineado, se produce una disminución del espacio dedicado para los vasos sanguíneos.
La desalineación también provoca un exceso de tensión en la musculatura suboccipital. Estos músculos, con su hipertrofia, empiezan a ocupar un espacio mayor al que le corresponde, muchas veces quitándoselo o comprimiendo a los vasos sanguíneos.
Algunos de los síntomas que puede provocar esta alteración en el flujo sanguíneo son sensación de embotamiento, fatiga crónica, visión cansada o alterada, problemas de concentración, dolores de cabeza, migrañas, vértigos y/o mareos.
En la circulación sanguínea de todo el organismo, el protagonista principal es el corazón, el músculo encargado de enviar 5 litros de sangre cada minuto a todo el cuerpo.
El control del funcionamiento del corazón lo hace el sistema nervioso autónomo. El nervio vago es el encargado de la parte parasimpática, que reduce la frecuencia de latidos, el gasto cardiaco y la presión arterial.
Aquí ya explicamos la relación del nervio vago y el Atlas. Si el Atlas comprime o condiciona este nervio, es normal que el buen funcionamiento de lo que controla se pueda ver alterado.
Así, no es infrecuente que después de la alineación del Atlas haya personas que reporten que su tensión arterial se haya normalizado.
Otros de los síntomas asociados al corazón y a un mal funcionamiento del nervio vago son las arritmias o taquicardias.
Hay que tener en cuenta que a un mismo síntoma se puede llegar por vías diferentes. No queremos decir que el Atlas sea el causante de todas las arritmias o taquicardias, pues hay que tener en cuenta otros factores.
Pero tampoco hay que descartarlo, como se explica en el testimonio que se encuentra abajo.