Discopatía y hernia de disco son conceptos totalmente diferentes. La primera es una degeneración producida en los discos que hay entre las vértebras, y la segunda, como lo indica el término, es la deformación o la salida del contenido de los discos, produciendo una hernia dolorosa.
La alineación del atlas permite mantener nuestro cuerpo en equilibrio y evitar estas condiciones que son muy nocivas para la salud de nuestra espalda.
A lo largo del texto, con Atlas Vital te irás enterando más acerca de estas condiciones que son muy comunes en las personas y que producen mucho dolor.
¿Qué es la discopatía degenerativa?
El término discopatía se refiere a un disco en malas condiciones en general. Para ser más precisos, significa que un disco está dañado, y que sistemáticamente se irá deteriorando y generando dolor si no se recurre a un tratamiento adecuado. A medida que este deterioro aumente, esto irá tomando diferentes nombres.
La degeneración discal se presenta en más de la mitad de las personas mayores a treinta años, y en un principio, sin dolores de espalda.
A medida que este problema progresa, el disco se sigue dañando y puede producir lo que se llama hernia de disco, también llamado hernia del núcleo pulposo (HNP), que es cuando parte de este disco se posiciona más allá del espacio entre los cuerpos de las vértebras.
¿Qué es la hernia discal?
Los tejidos que se encuentran entre los huesos de la columna se llaman discos intervertebrales. Estos discos se componen de un centro blando parecido a un gel y de una cobertura exterior más sólida.
El disco intervertebral crea una articulación entre cada uno de los huesos de la columna que ayuda a que se muevan. Cuando la cobertura exterior que rodea al disco se rasga, el centro blando puede traspasar la abertura y crear una hernia.
Es muy común que estas hernias comiencen a aparecer a partir de los 40 años, aunque no presenten síntomas.
Desalineación del Atlas
La vértebra Atlas o C1 es la primera de la columna vertebral. Es la encargada de sostener el cráneo y mantener el cuerpo en equilibrio. Su desalineación puede provocar migrañas, dolores de espalda, entre otros.
Su alineación permite la autorregulación y autocorrección de la columna. Cuando la vértebra Atlas está mal alineada, el cuerpo va generando compensaciones durante el crecimiento que con el tiempo producen deterioros irreversibles.
Producto de esto son las malas posturas, las cargas desmedidas sobre la espalda y brazos, los ejercicios físicos realizados de manera incorrecta, mala predisposición genética.
Pero además la edad es un factor fundamental. Los discos de la columna pueden perder flexibilidad y elasticidad con el paso del tiempo.
Los ligamentos que se encuentran alrededor de los discos pueden volverse frágiles y rasgarse con mayor facilidad. Cuando se produce una hernia de disco, esta puede ejercer presión sobre los nervios o la médula, lo que provoca síntomas dolorosos.
En consecuencia, de esto aparecerán los dolores cervicales y de espalda, mareos, cefalea tensional, lumbago, jaquecas, dolores de pierna, tendencia a encorvarse y demás condiciones, que se tornan en problemas mucho más severos con el paso del tiempo.
¿Qué hacer cuando esto sucede?
Cuando un disco en tu columna se daña, algo está provocando que se rompa. Por alguna razón se está sobrecargando tanto ese lugar, que se sobrepasa su capacidad de reparación y comienza a trabajar de manera incorrecta.
Lo mejor en estos casos es prevenir.
Es importante procurar que desde la niñez no se realicen malos ejercicios de manera reiterada, utilización desmedida de la fuerza, rutinas con posturas incorrectas como estar sentado mucho tiempo con sillas no ergonómicas, etc.
En el caso de los adultos vale la pena recordar que nunca es tarde para iniciar buenos hábitos que ayuden al reacomodamiento de las vértebras, como pueden ser el yoga, pilates, o simplemente la adquisición de buenas posturas en la vida diaria.
¿Qué pruebas son necesarias para identificar la causa?
Un buen profesional puede determinar fácilmente cuando un dolor de espalda, tiene o no tiene relación con la condición de los discos, basándose en una placa de rayos o una resonancia magnética.
Lo que puede visualizarse en un examen (como por ejemplo una discopatía en la zona lumbar, una curvatura en la columna o la cadera, algún tipo de lesión por impacto, etc.), junto con los síntomas que se presentan, es lo que le servirá al profesional para determinar si lo que se presenta es una discopatía degenerativa derivada en hernia, o alguna otra lesión en la zona.
Muchas veces se recae en la idea de que culpa de lo que aparece en las imágenes, se genera el dolor, pero resulta que existen más causas, además del disco intervertebral, de dolor en tu columna.
Hay más estructuras que revisar y corregir en su funcionamiento, y que también pueden causar problemas. Por eso es que muchas personas tienen dolores que aparece recurrentemente, incluso hasta después de haber pasado por una operación.
Muchas veces sucede también la situación contraria, donde no aparece nada en los exámenes y sin embargo hay dolor en la espalda y sintomatología importante. Allí radica la importancia de la calidad del especialista al que vamos a recurrir.
¿Qué es la discopatía cervical y lumbar?
Cuando una discopatía cervical evoluciona de mala manera, provoca problemas, dará dolor, hormigueos y pinchazos hacia los brazos, pudiendo llegar hasta la mano.
Una discopatía lumbar al complicarse provoca una serie de síntomas dolorosos del otro lado del cuerpo, proyectando las molestias hacia las piernas, cadera y pies.
El diagnóstico comienza con un examen físico completo de la columna vertebral y las extremidades inferiores y superiores.
Tu médico deberá comprobar la flexibilidad, el rango de movimiento y las señales del dolor de hernia, que afecta a las terminaciones nerviosas y a la médula espinal.
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